El 14 de mayo de 1958 en la ciudad de Guayaquil se funda y bendice la primera piedra del Instituto “Santa María Mazzarello”, construido en honor a la cofundadora de las Hijas de María Auxiliadora, Santa María Mazzarello Calcagno.
En ese entonces era Arzobispo de esta ciudad, Monseñor César Antonio Mosquera Corral, amante de la obra salesiana, quien bendijo la casa.
Gobernaba la iglesia universal, su Santidad el Papa Pio XII, y era presidente de la República, el Dr. Camilo Ponce Henríquez, óptimo católico y buen gobernante.
El lugar donde se encuentra hoy nuestro querido plantel era una zona marginada de la ciudad, con numerosa población y de escasos recursos económicos, por lo que las Hermanas Superioras se vieron en la gran necesidad de fundar esta obra, para atender a la niñez y juventud de este sector.
Sor Evangelina Brito, Directora del colegio María Auxiliadora de Guayaquil, tuvo el encargo de buscar y adquirir el terreno, y en el año 1950, se obtuvo una extensión que era totalmente pantano. Vale mencionar la contribución sincera del Dr. José María Velasco Ibarra con el relleno y la pavimentación del patio. El Dr. Velasco Ibarra también era un gran seguidor de las obras salesianas.
Posteriormente, Sor Pierina Rusconi, siendo Directora del Colegio María Auxiliadora de Guayaquil, comenzó la construcción de la planta baja y primer piso alto; la obra fue supervisada por el Hermano Salesiano, Luciano Bellolli.
El personal religioso destinado a esta obra fue: Sor Ángela Ruggeri como Directora, Sor María Ángela Forestán, maestra de Corte y Confección, sacristana y enfermera; Sor Teresa Carchi, encargada de la cocina y lavandería; Sor Digna Gavilanes, atiene la portería, ayudada por una joven empleada. El personal interno se complementó con el personal externo: La Srta. María Luisa Marcillo, como profesora de la segunda clase elemental.
Al principio las Hermanas se alojaban en el colegio María Auxiliadora, pero luego pasaron a residir ya definitivamente en esta casa aun inconclusa. El 16 de mayo se inicia la escuela con 18 alumnas en primer grado, el segundo grado con seis alumnas, que fueron aumentando poco a poco.
En los primeros años la enseñanza fue gratuita, sólo se cobraba una modestísima cantidad por la matrícula. Desde el 24 de mayo 1958, se tiene la eucaristía en casa y es capellán de la comunidad, el Padre Ángel Gasparini, sdb.
Ya en el año 1959, la obra había crecido y eran 238 estudiantes en la elemental; se aumentó el segundo año de Corte y Confección, que contaba con sesenta alumnas y cuya maestra era Sor María Ángela Forestan; la Srta. Josefina Aguirre, era la preceptora de segundo grado; la Srta. Heralda Guzmán, de tercer grado y la Srta. Azucena Quezada de cuarto grado.
En Agosto de 1959 llega Sor Josefina Brianza, como Directora, quien impulsa la construcción hasta el final, y la obra se va afianzando y creciendo con vida propia. Como no podría ser de otra manera llega a la casa salesiana el Padre Ángel Miglio sdb, como capellán oficial, él ha sido el hombre del SÍ, sus labios no conocieron el “No puedo”, para él, la UE Santa María Mazzarello era su alma entera, en ayuda espiritual a las hermanas, a las niñas y a las jóvenes.
El 23 de octubre se forman algunos grupos entre las niñas como, hijas de María, Jardín de María, Angelitos y la Archicofradía de María Auxiliadora.
En 1960 llegan otras hermanas: Sor Antonieta Gallivaggi, como maestra de primer grado; Sor Inés Pegoraro, para el taller de costura y Sor Carmela Avendaño, para el quinto grado; en lugar de Sor Digna Gavilanes, viene Sor Elvira Gambarrotti.
Con el tiempo la obra fue creciendo en la bendición del Señor, así se produce una serie de importantes mejoras en las instalaciones del plantel: se edifica la hermosa capilla, se amplia y se construye nuevas aulas en el segundo piso, se techa una parte del patio para proteger a las estudiantes de la inclemencia del tiempo, a la vez para realizar actos culturales, también se levanta el edificio donde habitan las Hermanas de la Comunidad, con la gestión de sor Carmen Jurado. etc.
Es importante destacar que en año lectivo 1971-1972, el plantel gradúa a dieciséis estudiantes, constituyéndose en la Primera Promoción de Contadoras Publicas; hoy, las estudiantes se incorporan como Bachilleres en Comercio y Administración, especialización Contabilidad figura profesional.
En 1980, para poder ayudar a las niñas y jóvenes de escasos recursos económicos, la comunidad religiosa dirigida por Sor Julia Ruiz, Directora – Rectora y Sor Beatriz Solís como Vicerrectora, gestionan y logran la fiscomisionalización del plantel, lo que le permite recibir del estado una asignación económica y a la vez otorga nombramiento fiscal a gran parte de su personal. En el hoy esta ayuda económica del Estado ha disminuido notablemente.
En el año 2008, al cumplir los cincuenta años de creación la institución recibió un justo homenaje de la sociedad ecuatoriana por la fructífera labor educativa realizada en bien de muchas generaciones de mujeres, a través de varios de sus integrantes como son: el Ministerio de Educación, según acuerdo No 272 (Anexo 1), la Subsecretaria Regional de Educación del Litoral y Galápagos, la Confirmación de Establecimiento de Educación Católica, la Federación de Establecimiento de Educación Católica del Guayas, el Centro de Exalumnas, Padres de Familia.
En el año lectivo 2016- 2017, la Unidad Educativa cuenta con la cuadragésima cuarta promociones de graduadas, muchas de las cuales ocupan importantes cargos en prestigiosas empresas nacionales y extranjeras.
En el año 2017- 2018, por la celebración de los 60 años de vida institucional, las autoridades y la comunidad religiosa amplían la mirada para ver otras necesidades a nivel estructural, como es la construcción del patio cubierto “Maín de doble planta, espacios bien utilizados para las diversas actividades culturales, académicas y pastorales.
A nivel tecnológico, la institución cuenta con servicios actualizados y de gran utilidad en la enseñanza – aprendizaje. Así también se realiza el cambio de la cubierta del techo del edificio ubicado en la calle Maldonado, gracias a la colaboración de los Padres de Familia y de la Institución.
